Después de unas reparadoras vacaciones y de unos primeros días de toma de contacto con las dinámicas de trabajo habitual, el lunes retomamos las clases en la Universitat. 

Desde que se decretó el primer estado de alarma el pasado 14 de marzo de 2020 (sí, sé que parece que hace mucho más tiempo), toda la comunidad educativa hemos afrontado las clases desde la plena virtualidad (marzo a julio de 2020 y febrero de 2021) a la máxima presencialidad «posible» durante la práctica totalidad del curso 20-21, experimentando incluso con modelos mixtos en los se interactúa con parte del grupo en clase presencial y parte en streaming. 

En ese sentido, no debería haber mucha objeción si reconozco que el ámbito educativo, ha mostrado ser un ejemplo de convivencia con las diferentes manifestaciones del virus, aplicando en cada momento las medidas que se han considerado oportunas y sobre todo, siendo riguroso en su cumplimiento, hecho que ha provocado que los centros educativos hayan sido generalmente percibidos como lugares seguros. 

En esta nueva «apertura de telón» el proceso de adaptación a la dramática experiencia que seguimos viviendo, parece que nos encamina a iniciar tanto el curso académico, como el de nuestras vidas, en condiciones similares a las que se desarrollaban antes de la pandemia.

No obstante, considero que antes de destacar con entusiasmo el titular «la docencia se iniciará con normalidad en la Universitat de València», se debería distinguir también frases como «conjunto de medidas  para iniciar una progresiva reducción de las limitaciones establecidas» o «protocolos de planificación de la docencia».

Y es que esta es la clave; repensar las rutinas, asumir que casi nada será como antes, para poder aproximarnos en la medida de lo posibles a la ansiada «normalidad». La docencia remota de emergencia fue una solución necesaria en un escenario sin precedentes y de pánico global. Las reducciones de aforos y los tal vez excesivos protocolos de higiene han tenido su fundamento, pero ya era conviene escapar del pánico y  encontrar las formas de convivir con un virus, que parece que se quedará aún por tiempo indefinido. 

Y en esto parece que el sistema educativo y nuestra Universitat van a tomar nuevamente la iniciativa ante la sociedad, por lo que como parte de ese sistema, quería desde este reciente «rincón de pensar» celebrar las valientes decisiones tomadas y desear el mayor de los éxitos y los mejores aprendizajes para el nuevo curso que comienza.