Durante la semana del 22 al 26 de noviembre y tras un intento fallido en marzo de 2020 por el confinamiento global por la COVID-19, he podido disfrutar, no sin hacer frente a los inconvenientes actuales por la última oleada pandémica, de una estancia corta de docencia en la HAN University of Applied Sciences en los Paises Bajos.

Esta estancia ha sido subvencionada por el programa de movilidad ERASMUS+ para personal docente e investigador, del que la Universitat de València participa desde hace muchos años. Estas ayudas cubren con una bolsa de viaje la estancia durante 5 días con el requerimiento de impartir un mínimo de 8 horas de docencia en el centro de destino.

En mi caso, la experiencia ha sido intensa y de lo más provechosa pues el programa de trabajo preparado por la Profesora Gwendolijn Boonekamp me ha permitido compartir experiencias con alumnado de 4º de Grado de Educación Física y del Máster de Deportes e Innovación del Movimiento, así como tener otras reuniones con los directores de la academia, el equipo de promoción de la salud y otro profesorado interesado en conocer nuestra facultad y las líneas de trabajo de nuestro grupo de investigación.

En estas sesiones de clase y reuniones he podido intercambiar ideas, enfoques didácticos y de investigación, que además han permitido abrir el horizonte a posibles colaboraciones en proyectos presentes y futuros.

Además, he podido visitar y conocer otras localidades del país, como Eindhoven, Ámsterdam o el famoso pueblo de Gouda, sí el del queso, pero que además tiene entre sus curiosidades que el propio Erasmo de Rotterdam, el humanista que da nombre a los programas de movilidad europea, vivió durante un tiempo. Así que aproveché mi visita para ir a darle las gracias.

En definitiva, este programa estandarte de la Comisión Europea, ofrece excelentes oportunidades de conocer otros contextos y otras realidades docentes e investigadoras, ampliar la red de contactos y abrir la mente a otros aprendizajes que pueden ser transferibles al nuestro y de los que tanto el profesorado, como el alumnado y la propia institución salen beneficiados y reforzados, por lo que no me queda otra cosa que agradecer la oportunidad que me ha ofrecido la Universitat i el programa Erasmus+ y pensar cuándo y por qué realizaré la próxima aventura europea.